COOKIES CALIFORNIANAS

Chic@s, llega la receta dulce del fin de semana. En esta ocasión le ha tocado el turno a las galletas.
Ayer un amigo me preguntaba dónde podía comprar extracto de vainilla y claro, mi curiosidad me pudo:
O->  para que lo quieres?
N->  para hacer una receta de cookies que me hizo un amigo californiano.
O->  Como? No puedes hacerlas tu sólo, yo tengo que participar.
 Bueno, pues al final, yo acabé en la cocina haciendo las cookies y Alex y Nacho viendo el fútbol en el salón, y yo, pues encantada.!
Se hacen en un ratito de nada y están buenísimas. Espero que a vosotros también os gusten.

INGREDIENTES:

• 600 gr de harina de repostería
• 1 cucharadita de sal
• 1 cucharadita de levadura en polvo
• 180 gr de azúcar moreno
• 150 gr de azúcar blanco
• 200 gr de mantequilla fundida
• 1 cucharada sopera de extracto de vainilla
• 2 huevos
• 150 gr de pepitas de chocolate negro

Hemos de usar dos cuencos grandes.
En el primero ponemos la harina y le añadimos la sal, mezclamos bien. Añadimos la levadura y volvemos a mezclar bien.
En el segundo ponemos los dos tipos de azúcar, la mantequilla fundida y la cucharada de extracto de vainilla y mezclamos bien. Añadimos un huevo, mezclamos. Añadimos el otro huevo y mezclamos.
Ahora echamos la mitad de la mezcla de harina a la mezcla de azúcar y huevos, removemos bien. Una vez que se haya integrado todo, echamos la otra mitad de mezcla de harina y removemos hasta obtener la masa.
Añadimos la pepitas de chocolate y las integramos en la masa.
Precalentamos el horno a 180º.
Forramos una bandeja de papel para horno y vamos haciendo bolas con la masa y aplastándolas con las palmas de las manos. Si se nos pega demasiado la masa nos enharinamos las manos para poder trabajar mejor.
Disponemos las galletas sobre el papel y horneamos durante unos 15-20 minutos. Yo hice dos tandas, unas de 15 minutos y la siguiente de 20 minutos. Nos gustaron más las de 20 minutos.
Veis que fácil? Pues venga, manos a la obra. Lo único complicado de esta receta es esperar a que se enfríen para poder hincarle el diente.